Santuario de Santa Rosa de Pelequén
Ubicado a 41 km. de Rancagua, alberga la imagen milagrosa de Santa Rosa que llegó a Pelequén al terminar la Guerra del Pacífico. Aquí se le empezó a rendir culto en el domicilio de doña María Terán, hasta que el Arzobispo de Santiago, don Rafael Valentino Valdivieso, ordenó trasladarla al templo parroquial de Malloa debido a que en Pelequén aún no había Iglesia. En Pelequén tuvo un altar propio, mientras se construía el templo en en al ciudad.
En 1881 la iglesia de Santa Rosa estuvo lista para recibir la imagen y, en medio de fervor popular, se realizó el traslado de la imagen, desde la capillita interior de la iglesia parroquial de Malloa, a la nueva iglesia de Pelequén. En 1897 se creó la Parroquia de Pelequén, aunque ese ese primer templo fue totalmente destruido por el terremoto de 1906, a raíz de los cual se levantó que también se vio gravemente afectado por los terremotos de 1928 y 2010.
Luego de cada suceso, el Santuario ha sido restaurado y mantiene una importancia vital para la fe de los devotos quienes la manifiestan mediante mandas, misas y una gran festividad que se realiza cada año, el 30 de agosto. Los fieles acuden a Pelenquén una semana antes y se quedan una semana después de la fecha marcada, y celebran a la virgen de Santa Rosa con diversas actividades religiosas y culturales.
