Breve historia de la Isla Robinson Crusoe
La Isla Robinson Crusoe nació de varias explosiones volcánicas que luego darían vida al Archipiélago Juan Fernández, es decir, la Isla Alejandro Selkirk y Santa Clara.
El primer colono en llegar a la Isla fue el marinero español Juan Fernández, quien le da el nombre al archipiélago, en 1574 mientras navegaba entre Perú y Valparaíso por una ruta no habitual. En 1708, el escocés Alejandro Selkirk fue encontrado luego de vivir en la isla cuatro años, lo que motivó a Daniel Defoe a escribir la obra “Las Aventuras de Robinson Crusoe”. Durante varias décadas, el archipiélago fue refugio de piratas como John Cook, John Eaton, Edward Davis y Bartolomé Sharp.
A principios del siglo XIX la isla Robinson Crusoe fue una prisión por más de dos décadas y volvió a cumplir esta función entre 1927 y 1931. Además, durante la I Guerra Mundial se vio afectada por el hundimiento del barco SMS Dresden por su propia tripulación, que evitaban ser capturados por los británicos.
La belleza natural de la Isla motivó a las autoridades mundiales a declararla como Parque Nacional y Reserva Mundial de la Biosfera, títulos que asegurarán la conservación de su biodiversidad.
