Breve historia de la Carretera Austral

Chiloé y Aisén comprenden un área de 135.000 km², lo que constituye la sexta parte del territorio chileno continental. Esta extensa región permaneció prácticamente incomunicada del resto del país antes de la construcción de la Carretera Austral; incluso los 68 mil habitantes que tenía la región hacia 1985, carecían de vías de comunicación entre las distintas localidades. En esa época la escasa red de caminos, comunicaciones aéreas y marítimas que existían, no presentaban una solución para el aislamiento a causa de la difícil morfología geográfica y climática.
Entre las décadas de los 50 y 70, se realizaron infructuosos intentos para conseguir caminos de acceso hasta que recién en 1976, bajo el gobierno de Augusto Pinochet, se dio inicio al proyecto de la Carretera Austral para atravesar una de las zonas geográficas más accidentadas del mundo. El aislamiento y los obstáculos naturales, como selvas vírgenes, fiordos, pantanos, ríos, lagos, acantilados, valles y bosques impenetrables, sumados a la falta de recursos humanos y materiales, elevaban considerablemente el costo de las obras de infraestructura requeridas.
Estos fueron los escenarios que los cerca de 10.000 miembros del Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) debieron enfrentar, para abrir paso a las zanjas que más tarde se transformarían en los más de 1.240 km. de la Carretera Longitudinal Austral hasta Villa O’Higgins, cerca del Campo de Hielo Sur, así como en los 229 km. de caminos transversales. Durante 20 años se levantaron 3.086 mts. lineales de puentes, se removió un total de 4.082.344 mts³ de excavación en corte común y 7.955.618 mts³ en corte de roca; se utilizaron más de 500 mil kilos de explosivos y se instalaron 27 campamentos.
El CMT trabajó bajo difíciles condiciones climáticas y en el más completo aislamiento geográfico, con ocho meses anuales de temperaturas bajo cero y 10 meses de lluvia. Unos 1.250 km. fueron construidos prácticamente sin maquinaria, ya que éstas sólo actuaron después de que se realizara el trabajo de más difícil acceso y penetración. En la Décima Región fueron 21 las localidades favorecidas: Lenca, Chaicas, La Arena, Puelche, Contao, Rolecha, Manzano, Pichicolo, Río Negro, Hornopirén, Cholgo, Poyo, Llancará, Buil, Leptepú, Santa Bárbara, Chaitén, Puerto Cárdenas, Villa Santa Lucía y Villa Vanguardia. Por su parte, en la Undécima Región fueron 16 las localidades que se vieron favorecidas en su comunicación con el resto del país: La Junta, Puyuhuapi, Villa Amengual, Villa Mañiguales, Villa Ortega, Coyhaique, Villa Castillo, Bahía Murta, Puerto Río Tranquilo, Mallín Grande, Puerto Guadal, Chile Chico, Cochrane, Lago Vargas, Puerto Yungay, Tortel y, finalmente, Villa O’ Higgins.
La ejecución misma de la obra y la llegada de nuevos pobladores a la zona, ya han producido un cambio cultural en quienes habitaban esos lugares y han creado condiciones propicias para el asentamiento de nuevos pobladores. Asimismo, la carretera permitió extender a ese territorio una serie de servicios sociales como educación, salud, agua potable, electricidad, alcantarillado, etc., lo que está mejorando sustancialmente la calidad de vida. Después de 20 años de trabajo y de una inversión de más de 200 millones de dólares, en marzo de 1996, se puso término al último tramo longitudinal que une Puerto Montt con Puerto Yungay. Más tarde, en el 2000, se terminaría de construir el tramo 102 km. que une a Puerto Yungay con Villa O’ Higgins; las ciudades más australes de esta gigantesca obra vial.
